David Boadella estudió pedagogía , literatura y psicología , y finalmente se convirtió en psicoterapeuta profesional. Después de que se mudara a Perth en Australia en 1965, David Boadella intentó perfeccionar sus conocimientos psicocorporales con el discípulo noruego de Wilhelm Reich, el psicólogo Ola Raknes. En 1988, David Boadella fundó su propia institución terapéutica en Suiza junto a su propia forma de terapia: la Biosíntesis .
Su principal aporte es la incorporación de una propuesta sistematizada sobre la importancia de la vida prenatal en el desarrollo humano, como una psicología perinatal, una psicoterapia somática y una psicología transpersonal. Este planteamiento se produce continuando el trabajo ya realizado al respecto por Otto Rank, Sandor Fodor y Francis Mott de quien toma los aportes existentes en embriología y los asocia, planteando que las tres capas que darán origen a la persona (ectodermo, endodermo y mesodermo) se relacionan con tres procesos de orden psico-físico fundamentales para el desarrollo de toda persona.
Centramiento: Vinculado con el Endodermo y el flujo Emocional relacionado con los órganos del tronco.
Enraizamiento: Vinculado al Mesodermo y el flujo del Movimiento a través de las vías musculares.
Facing: Vinculado al Ectodermo y el flujo de la Percepción y el Pensar a través del sistema neurosensorial.
En la neurosis estos procesos se verían interrumpidos y el quiebre de la integración de estos procesos, podría tener lugar, ya desde antes de nacer.
Proceso Formativo: En la naturaleza se lleva a cabo un proceso de formación, a través del cual van apareciendo niveles superiores de orden a partir de niveles inferiores. Los seres humanos como parte de la naturaleza están en un proceso continuo e inagotable de alcanzar niveles más complejos de desarrollo y de diferenciación respecto al entorno, a este proceso se le llama Formativo y está basado en la tercera ley de la termodinámica planteada por Planck. El proceso formativo para la Biosíntesis se inicia desde el momento de la concepción, y por tanto es decisivo lo que ocurra durante la vida intrauterina.
Campo Organizador: Para que el proceso formativo pueda llevarse a cabo, se requiere de un ambiente que lo posibilite, esto es, un campo organizador. A su vez, el campo organizador es un conjunto adecuado de condiciones, sin las cuales no se produce la autoorganización. Aplicado esto al ser humano se puede ver que cuando niño, toda persona requiere la presencia de sus padres, con los cuales tenga un contacto profundo para lograr un desarrollo armónico.
Los campos organizativos están conformados por tres aspectos:
Una red vincular
Una cualidad energética que apunta a la carga o intensidad del afecto y al lenguaje no verbal.
Una cultura específica.
Existen cuatro campos organizativos:
Campo Sin Límites: En donde por ejemplo el niño hace lo que quiere, y no puede distinguir que está bien de qué está mal.
Campo Rígido: En donde todas las normas y la estructura están dadas, de modo que no hay espacio para la exploración, ni la creación.
Campo Conflictivo: En donde hay una lucha explícita de afectos con violencia o una lucha de afectos congelados.
Campo Bueno: En donde se conjugan los límites y la contención.
Estado Embrionario en Biosíntesis
El embrión se constituye de afuera hacia adentro. Se forman dos burbujas celulares elípticas en forma hueca, que serán la bolsa amniótica y el saco vitelino, entre ambas, células magma rellenan el espacio. A partir de las células que tapizan la superficie inferior de la bolsa amniótica se desarrolla el Ectodermo, que después se convierte en la capa exterior del cuerpo. De las células que recubren la superficie superior del saco vitelino se desarrolla el Endodermo, el revestimiento interior del cuerpo. Las células magma se convierten en el Mesodermo, el material corporal de relleno. Cada una de estas capas, tiene un sistema asociado en forma de tubo, que dará origen a tres sistemas claves para el funcionamiento del organismo.
Lo que es clave de esta etapa, es que lo que sucede en ella afectará el desarrollo de la persona, esto, pues la estrecha conexión que establece la madre con el bebé a través del cordón umbilical, provoca que el afecto materno influencie necesariamente al bebé. Es así como un sentimiento de bienestar o malestar físico, así como sentimientos de gratitud y expansión o rechazo y culpa serán comunicados al bebé a través del torrente sanguíneo que circula por el cordón umbilical, puesto que éste no sólo conduce nutrición alimenticia, sino todo el fluido que circula por la madre, por tanto también las hormonas que son liberadas en dichos estados.
La Biosíntesis de Boadella
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